Somos

Un espacio abierto de denuncia, articulación y activismo en contra del modelo extractivista - depredador y sus consecuencias. A favor de modelos agroecológicos, en defensa del planeta y todas sus formas de vida. La Asamblea está conformada por organizaciones, grupos sociales y vecinos de la ciudad y región.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Encuentro Socioambiental Cordobés


PRE-UAC REGIONAL CÓRDOBA

Autoconvocatoria de asambleas socioambientales cordobesas, organizaciones, instituciones y ciudadanos en general, a favor de la VIDA y en contra del saqueo y la contaminación.
El 3 de noviembre realizaremos un encuentro regional con las siguientes consignas:
- Por la vida y el territorio.
- Por un modelo productivo agroecológico.
- Por construir entre todxs, escuchando todas las voces.
- Para sumar fuerzas contra monsanto, la megaminería, los desmontes.
- Para conocer e interrelacionar mejor todas las problemáticas socioambientales de la provincia.
- Por agua pura para todxs.
- Para prepararnos mejor para la UAC 19a, 24 al 26 de noviembre en San Juan.
Invitamos especialmente a todas las asambleas, organizaciones, grupos de vecinos e instituciones que trabajan por una vida mejor, a un espacio de encuentro que ha ido creciendo, enfrentando las políticas de recolonización que saquean y destruyen nuestros bienes comunes, nuestras culturas y nuestros pueblos.
Desde este espacio se busca profundizar la unidad para la organización y fortalecer los vínculos de la región, a partir del intercambio de las distintas experiencias de lucha; y del planteamiento de acciones y estrategias conjuntas frente a las diversas expresiones del actual modelo de producción extractivista; contribuyendo asimismo a fortalecer lineamientos de acción colectivos hacia el 19º Encuentro de la UAC, a realizarse los días 24, 25, y 26 de noviembre en San Juan.
Convocamos a todxs lxs que ya están en Córdoba desde hace años alertando, trabajando, enfrentando, generando alternativas, asambleas, grupos de vecinos autoconvocados, movimientos campesinos, organizaciones sociales, sindicatos,
instituciones, ongs, investigadores, y a todxs lxs que se quieran sumar hoy desde la nueva comprensión de la problemática adquirida en movilizaciones, conflictos, luchas.
Será anfitriona la Asamblea Malvinas Lucha Por la Vida, de Malvinas Argentinas.

ENCUENTRO SOCIOAMBIENTAL CORDOBÉS / PREUAC REGIONAL CÓRDOBA / Sábado 3 de noviembre / Malvinas Argentinas.
Contactos: 351-153861099 351-157033443 3547-15597109 3546-15513908 3548-15400991

Encuentro en Río Cuarto


Río Cuarto defiende la vida


Marcha y festival por un Río Cuarto Sin Agrotóxicos


Las implicancias del modelo extractivo


Algunos datos para comprender las implicancias del modelo extractivo en Córdoba y el mundo


Denuncian que 1500 escuelas están expuestas a fumigaciones en Córdoba


SE TRATA DE INSTITUCIONES DE LA PROVINCIA UBICADAS A METROS DE LOS CULTIVOS, UNA PROBLEMÁTICA QUE SE REPITE EN EL SUR CORDOBÉS. EN EL PAÍS, LA APLICACIÓN DE AGROQUÍMICOS AFECTARÍA A 700 MIL ALUMNOS. ANTE ELLO, DISTINTAS ORGANIZACIONES LANZARON UNA CAMPAÑA NACIONAL PARA SENSIBILIZAR A LA POBLACIÓN.

Alrededor de 700 mil niños del país se encontrarían expuestos a la aplicación de agroquímicos que se realiza en los alrededores de los establecimientos educativos rurales y periurbanos. Así lo advierten las organizaciones de vecinos, docentes y profesionales de la salud que impulsan la Campaña “Escuelas Fumigadas ¡Nunca más!”.
El médico Medardo Ávila, uno de los coordinadores de la iniciativa, indicó que la campaña busca revertir una grave problemática sanitaria a la que se encuentran expuestas alrededor de 1.500 instituciones educativas a nivel provincial. De hecho, esta realidad también ha dado origen a la conformación de un grupo denominado “Docentes Fumigados de la Provincia de Córdoba”.
En tanto, maestros del sur cordobés revelaron a este medio que las fumigaciones se viven a diario en la mayoría de las escuelas rurales de la zona. “Más de una docente ha cruzado una tranquera para ir a pedir por favor que esperen a que termine de dar clases para fumigar, eso sucede a diario”, señaló una trabajadora del ámbito educativo que se desempeña en el medio rural de Río Cuarto.
Justamente, la campaña lanzada el mes pasado por la Coordinadora Nacional de Pueblos Fumigados busca visibilizar la situación de aquellas “escuelas que son fumigadas periódicamente en forma terrestre y aérea, sin mediar ninguna distancia mínima de protección, incluso estando estudiantes y maestros en la institución”, tal como describen en su página web (www.escuelas-fumigadas-nunca-mas.webnode.es).
En ese marco, advierten también sobre la existencia de establecimientos “cuyos niños y adolescentes son utilizados como banderilleros –sufriendo envenenamientos agudos, además de los crónicos que implican años de cursado en zonas envenenadas– o sufren las penurias del trabajo rural infantil”.
Ante este panorama, “se armó un grupo de trabajo para ir recogiendo testimonios, denuncias, con la idea de juntar toda la información que podamos y antes de que terminen la clases llevársela a las autoridades nacionales”, relató Ávila, integrante de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, respecto de la campaña. Y agregó que de esa manera se exigirán medidas para revertir los daños en la salud que sufren los integrantes de las instituciones afectadas.

En el sur cordobés
El médico informó que en el interior de la provincia de Córdoba existen en total 3 mil escuelas y se estima que alrededor de 1.500 se encuentran “en áreas vecinas o limítrofes con campos fumigados”.
En consonancia con estos datos, según un informe elaborado por el Consejo para la Planificación Estratégica de la Provincia de Córdoba (Copec) en 2009, existen en el territorio provincial 2.022 escuelas rurales de todos los niveles, a las que asisten 76.928 estudiantes. De ese total, 1-621 establecimientos están ubicados en el campo, mientras que 400 corresponden a pequeñas poblaciones.
Los relatos de docentes, autoridades y trabajadores de escuelas rurales y periurbanas de Río Cuarto y la región demuestran que las pulverizaciones son una problemática frecuente en una gran cantidad de establecimientos del sur provincial.
“Uno que tiene experiencia como docente rural sabe que alrededor de las escuelas también se fumiga”, expresó Armando Loeffel, quien actualmente es director de la escuela primaria Hebe San Martín de Duprat de la ciudad de Río Cuarto.
“Es común a muchísimas escuelas rurales de la zona, todas estamos sembradas. Nuestro mapa productivo cambió radicalmente”, afirmó Nélida Acti, directora y maestra del establecimiento Gabriela Mistral ubicada en Los Alfalfares, a 17 kilómetros de Villa Huidobro.
La docente relató que las fumigaciones alrededor de dicha escuela se intensificaron en los últimos años, a partir de que en la zona se comenzó a reemplazar la producción de trigo y maíz por la de soja y maní, ya que estos últimos cultivos “requieren cinco o seis pulverizaciones para cosechar”.
Una fuente consultada por este medio que trabaja asiduamente en escuelas rurales del Departamento Río Cuarto también indicó que gran parte de estas instituciones se ven afectadas por el uso de agroquímicos. Agregó que en ciertos lugares se fumiga fuera del horario de clase pero destacó que cuando la pulverización es tercerizada a una empresa, los aplicadores suelen trabajar mientras funciona la escuela.
“Las maestras vamos permanentemente a pedir que no lo hagan, que estamos con los chicos. Constantemente se está trabajando esto en las escuelas, no para que no se use sino para que se cuide el uso”, afirmó la trabajadora.
Y explicó que la mayoría de los aplicadores responden favorablemente al pedido de los docentes, aunque “a veces a la gente no le gusta porque pierden horario de trabajo”.
Las docentes consultadas también expresaron preocupación ante los riesgos a que se encuentran expuestos los alumnos de escuelas rurales en sus propios hogares, ya que la mayoría vive en los campos y son hijos de trabajadores que utilizan plaguicidas periódicamente.
Ante ello, desde varias escuelas intentan concientizar a los niños sobre los riesgos de estos productos: “Que los chicos aprendan a conocer las tecnologías que atraviesan el espacio donde viven forma parte del aprendizaje que la escuela tiene que dar, sobre todo la escuela rural, que es un lugar de encuentro social y cultural”, expresó una de las trabajadoras del ámbito educativo.
Los establecimientos ubicados en la periferia de las ciudades tampoco son ajenos al problema. Así lo demuestra la experiencia vivida en la escuela Hebe de Duprat del barrio Jardín Norte de nuestra ciudad, donde sus docentes debieron interrumpir las clases para detener las fumigaciones realizadas en un campo ubicado a sólo 10 metros de la institución (ver recuadro).

Docentes fumigados
En el último tiempo, se abrió un amplio debate público acerca de la necesidad de limitar las fumigaciones cercanas a viviendas y centros urbanos. Sin embargo, poco se habla hasta ahora de los riesgos a los que son expuestos alumnos y docentes que asisten diariamente a escuelas ubicadas a metros de los campos.
Según los impulsores de la campaña, esta situación permanece invisibilizada debido a que las personas afectadas ven muchas veces limitadas sus posibilidades de denuncia por los vínculos económicos o afectivos que mantienen con los productores.
Estas dificultades llevaron a conformar el grupo “Docentes fumigados de la provincia de Córdoba”, una organización que nuclea especialmente a maestros de distintos niveles educativos del norte provincial.
“Estamos trabajando sobre la problemática que ha traído este modelo de la agricultura altamente tecnificada en nuestra región”, contó el integrante del grupo Omar Toledo, docente del Ipea 113 de Cañada de Luque, en el Departamento Totoral. Y agregó que en dicha institución los mosquitos “pasaban derramando veneno incluso por la cancha de fútbol donde hacían gimnasia los chicos”.
“No hay un docente en el campo que no haya tenido un aborto espontáneo o que no tenga un familiar muerto por cáncer”, denunció el maestro, quien luego de realizarse análisis en la UNRC descubrió que tenía tres agroquímicos en sangre y anomalías en su ADN. Y añadió que luego de ver cómo se multiplicaban las enfermedades en sus comunidades, los maestros de distintos departamentos de la provincia decidieron empezar a capacitar a sus colegas sobre los riesgos de las fumigaciones en la salud.
Además, el año pasado el grupo presentó un proyecto a los estados provincial y nacional para crear una zona de resguardo ambiental alrededor de las escuelas, donde sólo puedan realizarse producciones orgánicas. “No sólo pedimos que no se fumigue más sino que también proponemos soluciones, que existen”, finalizó Toledo.

TESTIMONIOS DESDE LAS INSTITUCIONES


“Estamos rodeados de maní, soja y de estas pulverizaciones”

La escuela rural Gabriela Mistral de Los Alfalfares, a 17 kilómetros de Villa Huidobro, también padece las consecuencias de la actividad agropecuaria.
“Tengo mi escuela pegada a lotes de campo. En una oportunidad habían sembrado maní y el chico empezó a fumigar estando los alumnos en el recreo. Lo tuve que parar y explicarle que no podía hacer eso”, contó la directora y maestra de la institución, Nélida Acti.
Y continuó: “Nosotros estamos rodeados de maní, soja y de estas pulverizaciones que no sabemos hasta qué punto nos afectan porque sabemos el poder residual que tienen los plaguicidas y que de a poco van envenenando nuestra tie-rra”. Y agregó que ante esta situación, ella misma debe llevar agua desde su casa para evitar que los estudiantes tomen el líquido de la escuela.
Pero el problema no sólo se vive en la institución, ya que la mayoría de los estudiantes son hijos de empleados rurales y las fumigaciones también se producen en sus propios hogares: “Ellos me cuentan del olor, que persiste varios días, o por ejemplo herbicidas o plaguicidas que están en los galpones donde viven, tienen contacto con eso”.
La directora señaló que las enfermedades respiratorias son frecuentes en la zona, aunque aún no puede comprobarse su vínculo con los agroquímicos. Y agregó: “En Villa Huidobro han nacido niños con malformaciones. Los médicos les han dicho a las mamás que puede ser producto de esto. Ese es el pro-blema de esto: que no mata instantáneamente y no es muy visible”.

“Dos docentes interrumpieron una fumigación”

La experiencia vivida en la institución primaria Hebe San Martín de Duprat, ubicada en el barrio Jardín Norte de la ciudad de Río Cuarto, demuestra que la problemática de las fumigaciones también se percibe en las periferias de los centros urbanos. La escuela se encuentra a sólo una calle de distancia de un campo que hasta hace un tiempo se encontraba sembrado con soja.
“Una mañana que estábamos trabajando y estaba la máquina fumigando llamamos a la policía y dos docentes acompañaron a la policía, hablaron con el empleado que estaba trabajando y entendió. Inclusive el empleado estaba sin barbijo, sin ningún tipo de protección para él”, relató el director de la escuela, Armando Loeffel, respecto del episodio ocurrido hace dos años durante el horario de clases.
Y continuó: “Después de que las dos docentes intervinieron inte-rrumpiendo la fumigación dejaron de fumigar de día y lo hacían de noche, salían a eso de las 2 de la mañana y seguían hasta las 5”.
El directivo precisó que la actividad se desarrollaba de manera te-rrestre en un campo ubicado a 10 metros de la entrada de la escuela.
“Se fumigaba en el lote y el líquido cruzaba y mataba yuyos de este lado de la calle, o sea que a las personas también les tiene que haber afectado”, dijo respecto del impacto en la salud.
Afortunadamente, después de los reclamos de docentes y directivos, las fumigaciones en el campo vecino a la escuela Hebe de Duprat se detuvieron.

“El avión abrió la boquilla y me bañó completa”

Una persona que trabaja asiduamente en escuelas rurales del Departamento Río Cuarto fue víctima directa de las fumigaciones realizadas en la zona.
“Yo estaba en el patio de una escuela esperando que se iniciaran las actividades. Llegué temprano y estaba sola, gracias a Dios. Frente a la escuela había un lote de soja; escuché el ruido de una avioneta y cuando quise acordar estaba arriba mío. No sé si falló el banderillero pero el avión abrió la boquilla justo donde estaba parada y me bañó completa con el líquido que estaba usando para fumigar”, relató la mujer. Y continuó: “A partir de ahí entré como en un impasse de seis meses en que no tuve ningún inconveniente, y en febrero empecé a sentir dolores, era un malestar muy fuerte. Después de muchos estudios, lo primero que apareció fue que mi sistema inmunológico se había hiperactivado, más de lo normal. Los médicos calculan que eso fue lo que me salvó del envenenamiento”.
Luego de viajar a distintas ciudades y consultar a diversos especialistas, la trabajadora del ámbito educativo fue diagnosticada con una polineuropatía, una enfermedad crónica que genera distintas secuelas y no tiene cura. “Con eso convivo desde hace 4 años”, expresó en referencia al momento en que sufrió la intoxicación.
“Mucha gente siente malestar y no sabe, porque no es fácil llegar al diagnóstico”, reflexionó la mujer y acotó que, por sus altos costos, los tratamientos son inaccesibles para buena parte de la población.

CASO TESTIGO: MALVINAS ARGENTINAS


El médico Medardo Ávila señaló que la escuela primaria Capitán Luis Zenobio Candelaria, a la que diariamente asisten 1200 chicos, es el “caso típico” de los establecimientos expuestos a fumigaciones.
Un relevamiento realizados por la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida y la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, muestra a través de fotografías satelitales cómo la institución se encuentra en un lote cultivado, el cual recibe pulverizaciones constantes de manera terrestre. El estudio  ha detectado diversos tipos de enfermedades en los habitantes de la zona.
Esta escuela es, a su vez, la construcción más cercana a la planta que la empresa Monsanto pretende instalar en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas.

Ya son 18 los municipios que limitan las fumigaciones cerca de viviendas

Poseen ordenanzas más restrictivas que la actual ley provincial de agroquímicos. En el último mes, Alta Gracia, Las Bajadas, General Baldisera y Achiras sancionaron normas para regular la actividad. A la vez, vecinos de Río Cuarto y de otras 14 localidades también comenzaron a reclamar más protección



A raíz de la creciente preocupación por los riesgos en la salud y el ambiente, cada vez más localidades cordobesas sancionan ordenanzas para prohibir las fumigaciones cercanas a viviendas. Con la reciente aprobación de normativas en Alta Gracia, Las Bajadas, General Baldiserra y Achiras ya suman 18 los pueblos y ciudades que cuentan con legislaciones más restrictivas que la Ley provincial de Agroquímicos. Mientras tanto, vecinos de Río Cuarto y de otros 14 municipios del interior de Córdoba están reclamando medidas ante esta problemática.
El juicio de barrio Ituzaingó Anexo finalizado semanas atrás encendió una nueva luz de alarma para cientos de vecinos del interior cordobés que ven con preocupación la aplicación de agroquímicos a metros de sus viviendas. Así, sólo durante el último mes cuatro localidades impusieron restricciones a las fumigaciones dentro de sus territorios.

La última en sumarse a la lista fue Alta Gracia, donde recientemente el Concejo Deliberante dictó una ordenanza prohibiendo las pulverizaciones con todo tipo de producto químico de uso agrícola a menos de 1500 metros de zonas pobladas.
En ese marco, se realizó en Río Cuarto un “Encuentro Regional por una Vida Sin Agrotóxicos” al que asistieron pobladores de diferentes lugares de la provincia y el país. Uno de los principales temas abordados durante el evento fue justamente la necesidad de sancionar normas restrictivas respecto de la aplicación de agroquímicos, una problemática que se viene debatiendo en alrededor de 15 localidades cordobesas.
Las fumigaciones cercanas a viviendas vienen generando conflictos desde hace tiempo en diversos lugares de la provincia y el país. Ya en el año 2006 el municipio de San Francisco prohibió las pulverizaciones aéreas y terrestres a menos de 500 metros de zonas pobladas, convirtiéndose en la primera localidad de Córdoba en regular esta actividad. En los años siguientes, normativas similares se aprobaron en Mendiolaza, Villa General Belgrano, Villa Ciudad Parque, Jesús María, Oncativo, Estación Juárez Celman, Toledo, Leones, Huinca Renancó y Oliva.
En tanto, los pueblos de Anisacate, San Marcos Sierras, Las Calles y Las Bajadas fueron declarados “libres de agroquímicos” prohibiendo de manera total el uso de estos productos dentro del éjido urbano.

Los municipios ante la ley provincial
Según indicaron desde el colectivo Paren de Fumigar, integrado por vecinos de diferentes localidades de Córdoba y el país, la creciente aprobación de este tipo de ordenanzas en nuestra provincia se relaciona con las falencias que contiene la Ley de Agroquímicos 9164.
“Hay varios vericuetos de la ley provincial que terminan permitiendo las fumigaciones”, advirtió Laura Gallo, vecina autocovocada de Oncativo e integrante de la organización Paren de Fumigar.
La norma vigente en Córdoba prohíbe las fumigaciones aéreas a menos de 1500 metros de zonas pobladas. En tanto, la pulverización terrestre no está permitida a menos de 500 metros de viviendas pero sólo para ciertos productos, ya que aquellos agroquímicos categorizados como de menor riesgo toxicológico por el Senasa sí pueden aplicarse junto a lugares habitados.
Éste es uno de los aspectos más cuestionado por los vecinos: “Permite fumigar hasta el frente de la casa. Los productos 3 y 4, como el Glifosato, se pueden aplicar de 0 a 500 metros, o sea pegado a la población”, señaló Gallo.
Incluso, añadió: “El tema es que en los Anexos a la Ley de Agroquímicos hay una artículo muy engañoso que dice que si un producto, por ejemplo clase 1 o 2, es diluído determinada cantidad de veces puede ser clase 3 o 4. Entonces permite que se pueda aplicar cualquier producto diluyéndolo”.
Este panorama ha llevado a vecinos, concejales e intendentes a impulsar normas propias que impongan más restricciones a las fumigaciones dentro de su éjido urbano.
“En materia de legislación ambiental los municipios pueden incurrir a mayor protección de su población mediante ordenanzas, no así en otros ámbitos. Por eso, ante la falta de contundencia de la ley provincial, los vecinos empezaron a pedir ordenanzas”, indicaron desde el colectivo Paren de Fumigar.

Zona de resguardo ambiental
Las 18 localidades cordobesas que decidieron regular la aplicación de agroquímicos imponen mayores restricciones que la ley provincial. Más allá de las particularidades, la mayoría de las ordenanzas sancionadas disponen una zona de resguardo ambiental. “Es una franja alrededor de todo el pueblo donde no se puede fumigar con ningún agroquímico, lo que varía es el metraje”, explicó la vecina de Oncativo.
Las distancias que abarca la prohibición varían entre los 500 y los 2000 metros a partir de las viviendas. El barrio Ituzaingó Anexo de la ciudad de Córdoba es la zona de resguardo ambiental que alcanzó mayor superficie hasta el momento, aunque en este caso la medida fue dispuesta por una acción judicial.
Gallo manifestó que la superficie establecida depende principalmente del alcance que posee el éjido urbano de cada localidad, ya que ése es el territorio donde el municipio puede regular la actividad: “Cuando el éjido urbano termina empieza el territorio provincial, entonces si se avanza sobre la Provincia la ordenanza puede darse de baja”.
Desde la organización de vecinos señalan que varias normas locales también abarcan otras aristas de la problemática: “Algunas ordenanzas también apuntan a la circulación de las máquinas fumigadoras porque los mosquitos, las maquinas terrestres circulan por las calles del pueblo para ir de un campo a otro, para cargar nafta, y esa convivencia es problemática porque van dejando residuos de agroquímicos”, dijeron.
Además, destacaron que los depósitos de agroquímicos, ubicados en muchos casos dentro de los pueblos y ciudades, también  han sido contemplados en algunas de las ordenanzas sancionadas.

“Hay un antes y un después del juicio de Ituzaingó”

El barrio Ituzaingó Anexo de la ciudad de Córdoba se convirtió en los últimos años en un caso emblemático a nivel nacional. La realización del juicio que culminó hace poco más de un mes con la condena de un productor y un aeroaplicador por fumigar cerca de viviendas generó un importante debate en la sociedad por los efectos que los agroquímicos pueden ocasionar en la salud.
“Hay un antes y un después del juicio”, señaló en este sentido la legisladora por el Frente Cívico Graciela Sánchez, quien presentó semanas atrás un proyecto de ley para regular la aplicación de agroquímicos a nivel provincial.
Tanto Sánchez como la integrante del colectivo Paren de Fumigar Laura Gallo señalaron que el juicio de barrio Ituzaingó Anexo ha tenido un importante impacto en diversos pueblos del interior del país.
“Ahora están todos esperanzados por una ley provincial pero hay muchos que están en asambleas o reuniones para elaborar ordenanzas. En Bellville hay vecinos auto convocados que luchan contra los agroquímicos. Hay municipios del sur que se están juntando y me invitaron a una reunión porque ellos también quieren elaborar un proyecto propio, al sur de Marcos Juárez”, relató la legisladora.
A su vez, desde la organización Paren de Fumigar afirmaron que el rechazo expresado en Malvinas Argentinas contra la instalación de una planta de Monsanto también influyó en que nuevos sectores comenzaran a expresar preocupación por esta problemática.
“Cuando solo los vecinos reclamaban, que en general la participación es poca respecto de la dimensión de cada lugar, el gobierno local desmerecía el reclamo. A partir del juicio vemos que tanto los gobiernos como los productores han hecho un cambio de actitud, sea por miedo, por preocupación o por dimensionar lo que está pasando”, manifestó Gallo.
Y concluyó: “Uno de los logros de toda esta visibilización, no solo del juicio sino también del trabajo de cada pueblo, es la concientización y la desnaturalización del problema. Uno al estar todo el tiempo en contacto con esto lo naturaliza y pierde la gravedad. Estos procesos han despertado la conciencia de que nos está afectando, que las enfermedades que tenemos pueden deberse a esto”.